lunes, 3 de marzo de 2014



“La pluma y el libro” de Una sesión de Tarot y otros cuentos.
 
Todo había comenzado unos cuantos años atrás, mientras recorría las callejuelas de una ciudad donde se encontraba en búsqueda de unos manuscritos, cuando una insólita pluma en el escaparate de un negocio de antigüedades, confundida en un cúmulo de baratijas, llamó su atención. Se detuvo un rato delante de la vidriera, contemplándola, entró luego en la tienda para verla de cerca. Cuando la tuvo entre las manos supo que se trataba de lo que hacía mucho tiempo buscaba. Negoció al vuelo el precio con el dueño, quien le advirtió que la pluma de ñandú era inseparable de un viejo volumen en cuero de potro, al que estaba sujeta con un grillete de malaquita. El anticuario envolvió la compra, en un grueso papel azul y con una sonrisa indefinible, desde la puerta del local, lo contempló partir.

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